Sobrevaloración
Según Henk Oudeman, consejero delegado de Bizalia (portal dedicado a la compraventa de empresas), “las valoraciones de las pymes españolas no se hacen correctamente. El vendedor suele pedir por su negocio el 80% de la facturación anual, una cifra demasiado alta; en EE UU lo normal es el 25%”. En España, se les da un valor a la empresa por el apego sentimental que tienen hacia ella muy por encima de la realidad
Negociaciones interminables
Para Antonio Valverde, de AGM Abogados, “el proceso de venta debe durar entre seis meses y un año, pero nunca más”. De hecho, si en un año no has conseguido vender la empresa, es poco probable que cierres la operación, o al menos que la cierres con éxito.
Poca transparencia
Para José María Varas, de VR Business Brokers Spain, “las pequeñas empresas son poco transparentes, en ocasiones el libro de contabilidad del dueño se confunde con el de la empresa”, lamenta.
Confusión
Otro pecado capital, aunque algo menos común, es confundir la venta del negocio con la venta del inmueble: puede que el comprador no quiera el local, pero sí esté interesado en la compañía.
Articulo en “Emprendedores” no. 134